De
acuerdo a cada etapa de la vida va tomando diferentes matices, y
muchas veces cambia drásticamente el rumbo.
Muchas
veces pareciera que nos desmoronamos porque un proyecto grande o
pequeño salió de una manera diferente a como lo esperábamos. Sin
embargo a veces en el afán de llegar, los sentidos puestos solo en
el final, olvidamos mirar alrededor y perdemos la oportunidad de
vivenciar maravillosas experiencias transcurridas a nuestro paso.
El
destino de Arribo cuenta y mucho, por algo es nuestra Meta, mas seria
poco probable alcanzarlo sin las acciones necesarias, significativos
aprendizajes, y continuar intentando una y otra vez, hasta alcanzar
ese logro propuesto.
Los
niños pequeños son el mejor ejemplo de como lograr una meta, cuando
están aprendiendo a caminar, sin importar cuantas veces se caigan,
se levantan y vuelven a intentar, a veces deciden que es mas rápido
llegar gateando, y desisten por un breve lapso, mas por eso no dejan
de intentarlo, una y otra vez hasta lograrlo.
La
siguiente secuencia nos muestra cual es la actitud...
Una
bebe de apenas dos años, decidió que no tenia miedo, que ya era grande y quería
trepar una pared, cuya altura superaba 2 veces el largo de sus
piernas, la mente adulta diría “la pared es demasiado alta, es
imposible...” “ es muy pequeña, aún no tiene fuerza en los
brazos” “si llegara a trepar podría caerse”... estos y muchos
otros pensamientos cruzaron por la mente de su madre y su abuela
mientras ella insistía “ quiero subir sola...” en un lapso que
no llego a los 10 minutos, después de varios intentos esto es lo que
logró.
Si un bebé puede lograr esto, qué podría detenernos para proponernos y llegar a una Meta ?
El
único limite es el que nos ponemos NOSOTROS MISMOS en la mente.
Mashara
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